A veces, un problema resulta difícil por su tamaño, por presentar demasiados elementos que lo hacen oscuro. Para empezar a atacarlo, podemos proponernos un problema semejante lo más sencillo posible y tratar de resolverlo. luego procedemos a complicarlo hasta llegar al propuesto inicialmente.
Podemos observar:
- Tiene un efecto psicológico positivo enfrentarse a un problema con probable éxito.
- Aparecen con más claridad principios de solución que quedan oscuros en el problema más complejo.
- Aparecen ideas que pueden ser aplicadas o generalizadas en el problema original.
- La simplificación del problema puede no solo hacerse por reducción del tamaño sino también imponiendo condiciones adicionales que el problema original no tenía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario